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Francisco: “¿Cómo reacciono cuando tengo miedo, en las dificultades?”

El evangelio del último domingo nos recuerda el pasaje en donde Jesucristo camina de noche sobre las aguas del lago de Galilea hacia sus discípulos que cruzan el lago en una barca.

Sobre este suceso, el papa Francisco, desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, minutos antes de la oración del Ángelus, preguntó a los fieles: “¿Estoy navegando con Él? ¿Le doy la bienvenida? ¿Le hago sitio en la barca de mi vida, nunca solo, siempre con Jesús? ¿Le entrego el timón a Jesús?”.

Asimismo, rememorando al apóstol Pedro, quien caminó un poco sobre las aguas del citado lago hacia Jesús, se asustó, empezó a hundirse y gritó: “¡Señor, sálvame!”, el sumo pontífice expresó: “¿Cómo reacciono cuando tengo miedo, en las dificultades? ¿Sigo adelante solo, con mis propias fuerzas, o invoco al Señor con confianza? ¿Y cómo es mi fe? ¿Creo que Cristo es más fuerte que las olas y los vientos adversarios?”.

“¡No tengas miedo!”
En otro momento de su disertación, Francisco manifestó que “Cristo nos repite a cada uno de nosotros: ‘Tened ánimo; Soy yo. ¡No tengas miedo! Anímense porque Yo estoy aquí, porque ya no están solos en las aguas turbulentas de la vida’”.

“Cristo nos repite a cada uno de nosotros: ‘Tened ánimo; Soy yo. ¡No tengas miedo!’”.

Ante este mensaje, “cuando nos encontramos en mar abierto a merced de los vientos en contra” o “cuando vemos solo oscuridad y sentimos que nos hundimos”, según el obispo de Roma, como hicieron los apóstoles, hay que “llamad a Jesús y acoged a Jesús”.

Primero, los discípulos llamaron a Jesús, luego le dieron la bienvenida a la barca y “cesó el viento”, sostuvo el papa.

“El Señor sabe que la barca de nuestra vida, así como la barca de la Iglesia, está amenazada por vientos en contra, y que el mar en el que navegamos es a menudo turbulento”, acotó.

“[Jesucristo] Nos invita a afrontar las dificultades para que también ellas se conviertan en lugares salvíficos, para que Jesús las venza, para que se conviertan en oportunidades de encontrarlo. De hecho, en nuestros momentos de oscuridad, sale a nuestro encuentro, pidiendo ser acogido como aquella noche en el lago”, dijo su santidad a los fieles que se encontraban en la Plaza de San Pedro.

Fuente: Vatican.va.

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