En la reciente CADE Ejecutivos 2022 (Paracas, Ica, Perú) tres especialistas expusieron sus puntos de vista con relación a cómo afrontar los desafíos políticos, económicos y sociales desde nuestro rol en la ciudadanía.
Carmen Mc Evoy, presidenta del consejo directivo de Proética, Juan Fernando Correa, gerente país del Grupo Falabella, y Nuria Esparch, experta en políticas públicas y gerente senior de Relaciones Institucionales de Southern Perú, fueron los ponentes del panel denominado “El Perú en emergencia”, durante la primera jornada del citado evento empresarial organizado por IPAE.
Proyecto nacional
Según Carmen Mc Evoy, el Perú “demanda a gritos un proyecto nacional que nos una, a través de la diversidad, y que mutuamente podamos escucharnos, respetarnos y darnos el sitial que nuestro país merece”.
Manifestó que es fundamental repensar al Perú, “porque lo que se nos viene, como desafío mundial, es inmenso”.
“Se están dando cambios tecnológicos grandes en el mundo, a tal punto que no los vamos a reconocer. Se trata de una carrera sin retrocesos”, acotó Mc Evoy.
Sobre qué alternativas de solución se pueden generar para salir de la crisis, la ejecutiva destacó que “el primer paso es no establecer relaciones perversas con el Estado”, además de caminar por todo el Perú y no quedarnos en una Lima que no inspira a ser creativos porque genera un “rol de política virtual”.
El Perú cambió
Por su parte, Juan Fernando Correa aseguró que nuestro país está lleno de miles de oportunidades de inversión. Sin embargo, advirtió que estas ocasiones requieren reglas (no han cambiado) y predictibilidad en las normas, pero no lo tenemos. “Sin estas premisas, será difícil que haya inversión privada en el país”, señaló.
Además, un tercer elemento es cómo son percibidas las empresas por los peruanos. “En su mayoría, la sociedad peruana tiene un gran sentimiento de abandono por parte del Estado, que es percibido como corrupto, indolente, ineficaz, y cobra impuestos y no entrega nada a cambio”, subrayó.
“En su mayoría, la sociedad peruana tiene un gran sentimiento de abandono por parte del Estado”.
En cambio, de acuerdo a Correa, en el país, las empresas privadas son percibidas como “abusivas, indiferentes a los problemas de las personas, egoístas porque solo buscan beneficiarse, no pagan impuestos y se coluden con el Estado para tener prebendas particulares”.
Para visibilizar un mejor panorama, el gerente país del Grupo Falabella precisó que los empresarios deben entender que el Perú cambió, que es vital desarrollar un nuevo país y es necesario aproximarse a las personas que se encuentran en situación de abandono.
Muchas diferencias
A su turno, Nuria Esparch dijo que, en los últimos años, los peruanos hemos estado muy orgullosos de que la política y la economía se desarrollen por caminos separados, sin embargo “esta realidad nos está pasando factura” y, además, “es bien difícil salir adelante cuando hay tantas diferencias entre nosotros”.
Igualmente, indicó que no debemos invalidar la postura o la posición de otra persona, simplemente porque no es la misma que la nuestra. “Ese problema debemos superarlo, porque así no podemos avanzar como país, al mismo tiempo, debemos ser capaces de conversar y ponernos de acuerdo”, apuntó.
La gerente de Southern Perú, de otro lado, lamentó que entre los funcionarios y los empresarios exista “una enorme desconfianza”. “Los empresarios quieren plata y los funcionarios son corruptos. Esa descalificación mutua debe desaparecer”, enfatizó.