Este mediodía, luego del rezo del Ángelus, el papa Francisco manifestó su recuerdo por el pueblo peruano e hizo un llamado para que la actual difícil situación política y social que atraviesa el Perú, finalice mediante la conversación, en el marco del bien común.
“Recemos por la paz en Perú, para que cesen las violencias en el país y se emprenda la vía del diálogo, con el fin de superar la crisis política y social que aflige a la población”, indicó.
Previamente al Ángelus, en el cuarto y último domingo de Adviento, Su Santidad dijo que como José [padre adoptivo de Jesucristo] “también nosotros tenemos nuestros sueños, y quizá en Navidad pensamos más en ellos”.
“No hay que ceder a los sentimientos negativos”.
“Quizá añoramos algunos sueños rotos, y vemos que las mejores esperanzas a menudo deben enfrentarse a situaciones inesperadas, desconcertantes. Y cuando esto sucede, José nos indica el camino: no hay que ceder a los sentimientos negativos, como la rabia y la cerrazón”, agregó el santo padre.
Afirmó que “debemos acoger las sorpresas, las sorpresas de la vida, incluidas las crisis, teniendo en cuenta que cuando se está en crisis no hay que decidir apresuradamente, según el instinto, sino pasar por la criba, como hizo José”.
No a la cerrazón, la rabia y el miedo
Ante numerosas personas que se encontraban en la Plaza de San Pedro, Francisco aseguró que cuando surgen las crisis y tenemos las puertas abiertas a Dios para que intervenga, no hay espacio para la cerrazón, la rabia y el miedo.
“Él es experto en transformar las crisis en sueños: sí, Dios abre las crisis a perspectivas nuevas que no imaginábamos, quizá no como nosotros nos esperamos, sino como Él sabe”, enfatizó.
El sumo pontífice advirtió que los horizontes de Dios son “sorprendentes, pero infinitamente más amplios y hermosos que los nuestros” y que la Virgen María “nos ayude a vivir abiertos a las sorpresas de Dios”.
Fuente: Vatican.va.