“No hay una industria más transversal a la transición energética global que el sector extractivo”, aseguró Lenin Balza, economista del sector de Infraestructura y Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tras señalar que este segmento económico, en los países andinos, “permanece en el centro de la transición”.
“Las rentas de este sector representaron [2015 – 2021] el 8,2 % del producto bruto interno y al menos 40 % de las exportaciones.También una vulnerabilidad a las fluctuaciones de precios internacionales, así como desafíos debido a la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. Igualmente, se espera un aumento en la demanda de minerales críticos”, añadió el especialista durante su ponencia en el Seminario Anual de Investigación 2023 del Consorcio de investigación Económica y Social (CIES).
“El sector extractivo es una pieza clave dentro del proceso de dinamización de las economías regionales”, exclamó en referencia a Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú.
En la XXXIV edición del citado evento, Balza presentó el tema “Minería en los países andinos: retos y oportunidades para un futuro sostenible”, en donde sostuvo que el sector extractivo como palanca de transición tiene los desafíos ser un motor de transformación productiva en la región Andina, la minimización del impacto ambiental y mejorar la regulación ambiental, así como la regularización y el régimen fiscal adecuados que son esenciales para el desarrollo del sector.
Digitalización e inclusión
En otro momento de su ponencia, Lenin Balza dijo que, a nivel mundial, “América Latina es la región que muestra mayores índices de prevalencia de conflictos alrededor de los proyectos mineros”.
“El sector extractivo es una pieza clave dentro del proceso de dinamización de las economías regionales”.
Sobre el rol de la digitalización, el experto del BID precisó que este proceso trae beneficios económicos, ambientales y sociales a la industria extractiva, y que “tecnologías como vehículos autónomos, perforación remota y drones pueden aumentar la productividad hasta en un 60 %”.
Entre los retos de la digitalización para esta industria, citó una limitada disponibilidad de recursos económicos, falta de conocimiento sobre beneficios tecnológicos, aversión al riesgo en la adopción de nuevas tecnologías, y escasez de infraestructura y acceso a Internet en regiones remotas.
Según el economista, la inclusión en las industrias extractivas, específicamente el sector minero, es un tema todavía pendiente de resolver. “Existe una baja presencia de mujeres y desigualdad salarial, hay mujeres asignadas a roles administrativos en lugar de operativos, obstáculos para el acceso de pymes a recursos financieros y tecnológicos, y desconfianza hacia actores de la industria por parte de comunidades”, agregó.
Para contrarrestar esta realidad, el especialista del BID planteó las siguientes políticas y soluciones integrales:
- Incentivar a mujeres a estudiar carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; desafiar prejuicios culturales; y equiparar licencias de maternidad y paternidad.
- Elevar la visibilidad de comunidades étnicas, protegiendo sus derechos territoriales y culturales.
- Simplificar y agilizar trámites para fomentar la formalización de pymes.