Malasia y Singapur son dos estados asiáticos que presentan un interesante potencial comercial para los productos alimenticios peruanos.
Ambos mercados requieren proveedores nuevos que presenten convenientemente una cartera amplia de productos para consolidar carga en origen. En este sentido, el Perú representa uno de los centros gastronómicos mundiales.
“Los dos países demandan alimentos funcionales y gourmet pertenecen a segmentos distintos, pero atienden a un perfil de consumidor similar”, expresó Andrés Bravo Ochoa, especialista de Inteligencia de Mercados, de la subdirección de Inteligencia y Prospectiva Comercial de Promperú.
Sobre las cadenas de suministros, el funcionario advirtió que “han evolucionado hacia un enfoque creciente en el comercio electrónico para los alimentos gourmet”.
Bravo fue el expositor del seminario virtual denominado “Oportunidades comerciales para alimentos en Malasia y Singapur”, evento realizado en el marco del ciclo de los “Miércoles del exportador”.
Malasia: mercado en crecimiento
Según Andrés Bravo, Malasia es un mercado en etapa de crecimiento, con un entorno fuertemente competitivo.
“Este país importa materia prima en cuanto a productos pesqueros para su procesamiento. Por ejemplo, los langostinos son una gran oportunidad debido a la disminución de la producción y, además, como centro de operaciones para la reexportación a Singapur”, añadió.
Por su parte, en Singapur existe un fuerte posicionamiento de los productos specialty europeos, “con un alto grado de relacionamiento y lealtad a las marcas establecidas, especialmente con productos procesados high–end como las conservas de abalones, las bebidas espirituosas y los chocolates finos”.
“Esta relación es menor con los productos funcionales, donde los beneficios a la salud de estos son un diferencial clave por encima de la marca y el precio de venta al público”, sostuvo Bravo Ochoa.
La ciudad Estado de Singapur tiene un mercado de alimentos prémium en madurez, aunque existe espacio para la innovación y la introducción de nuevos productos como chocolates finos, pulpas y frutas exóticas, y superfoods. “Asimismo, este país asiático está dispuesto a recibir productos pesqueros como el paiche y las conchas de abanico con certificaciones del tipo ASC y, sobre todo, orgánicas”, dijo el especialista.
Demanda de Importaciones
Cabe señalar que Singapur depende en gran medida de las importaciones para el aprovisionamiento de alimentos, entre los que se incluyen los pescados y mariscos frescos, congelados y procesados.
La creciente exposición a las tendencias internacionales, por parte de la población singapurense en edad joven y media, ha derivado en un aumento de la demanda de los productos prémium.
En relación con el sector pesca, una gran proporción del pescado que se consume en Singapur procede de las importaciones, en comparación con los productos locales.