La gestión del biocomercio se vuelve indispensable para actividades como la bioprospección, investigación, conservación, aplicación industrial y/o aprovechamiento comercial. Esa fue una de las conclusiones del evento “Oportunidades comerciales para los productos del biocomercio”, webinario organizado por Promperú en el marco de los “Miércoles del exportador”.
Asimismo, Caridad Maldonado, especialista en Comercio Sostenible de la Dirección de Promoción de las Exportaciones de la citada entidad destacó que es fundamental la competitividad en la comercialización de los productos del biocomercio.
“En el actual panorama la competitividad y éxito de las mipymes dependerá de cuán ágiles y pertinentes sean sus gestiones para satisfacer a sus clientes y respectivos objetivos de crecimiento y desarrollo empresarial”, acotó.
Biodiversidad nativa
Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD), realizada en el 2004, el biocomercio es un conjunto de “actividades relacionadas con la recolección o producción, transformación y comercialización de bienes y servicios derivados de la biodiversidad (recursos genéticos, especies y ecosistemas), de acuerdo con criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica”.
“El objetivo del biocomercio es difundir las oportunidades comerciales para los productos derivados de la biodiversidad nativa”, señaló Maldonado.
En otro momento de su exposición, la especialista advirtió que “existe interés por la investigación y el desarrollo basados en la biodiversidad, por lo que el cumplimiento del Protocolo de Nagoya es imperativo en el Perú”.
Este protocolo es un acuerdo hito en la gobernanza de la biodiversidad y resulta relevante a diversos sectores comerciales y no comerciales relacionados con la utilización y el intercambio de recursos genéticos. el Protocolo de Nagoya alienta el adelanto de la investigación en recursos genéticos, que podría conducir a nuevos descubrimientos para beneficio de todos.
Tendencias esenciales
Sobre las tendencias del biocomercio, Caridad Maldonado mencionó al empoderamiento del consumidor, por ejemplo, “el 61 % de los consumidores chinos dicen que ser transparentes sobre el producto y la información de producción mejora sus impresiones de una empresa/marca”.
Además, consideró al control de las decisiones de compra, la conciencia de la existencia de la biodiversidad y al bienestar como otras tendencias relevantes en el mundo. “De acuerdo a estudios, el 77 % de los consumidores en 16 países se sienten bien adquiriendo productos responsables con las personas y el medio ambiente”, subrayó.
La funcionaria también resaltó la importancia de la transparencia de la información en los empaques de los productos, en primer lugar, la lista de ingredientes; seguido de los orígenes de los ingredientes y el impacto sobre la biodiversidad.