La nueva normalidad, etapa correspondiente al ámbito económico, financiero y del comportamiento social propio de las secuelas de la pandemia de COVID-19 causada por el virus SARS-CoV-2, ha dejado diversas formas de convivencia que permitan el mantenimiento de un bajo nivel de contagio de transmisión en los próximos años de la enfermedad del coronavirus.
En esa línea, los mercados y las industrias también han sido impactadas por esta nueva realidad.
“En este reinicio, no puede dejarse de lado el hecho de que uno de los más importantes efectos colaterales de la pandemia, iniciada en el 2020, ha sido el cambio impreso en las costumbres y comportamientos sociales y laborales, que están redefiniendo desde las normas de consumo hasta los modelos de trabajo y la forma de hacer negocios en todos los sectores”, señala “Tendencias para la industria de Consumo y Retail en América del Sur”.
Este informe ha sido desarrollado por los socios líderes de la industria en coordinación con el equipo de Marketing y Comunicaciones de KPMG Clúster en Sudamérica.
Según el reporte, “el análisis de estas tendencias resulta de crucial relevancia, especialmente en los sectores de consumo de bienes y servicios”.
Cuatro macrotendencias
En la última edición de “Tendencias en Consumo y Retail para América del Sur”, se analizan “las cuatro macrotendencias globales que definirán el trayecto que la industria seguirá en el 2022 y en los años venideros”:
Los nuevos ecosistemas y entornos de negocio:
a. Durante los últimos dos años el crecimiento de la porción de ingresos provenientes del comercio electrónico y de los diversos entornos digitales no tiene precedente.
b. El comercio electrónico seguirá una senda de crecimiento revitalizada y de mayor pendiente a la existente previo a la pandemia, que, en definitiva, fue el combustible que multiplicó su factor de expansión.
c. La omnicanalidad que, de manera consistente, expande continuamente su definición añadiendo nuevos y potenciales canales de venta para las empresas.
d. El crecimiento que vienen mostrando las compras digitales de artículos virtuales (no tangibles).
e. Otros estudios sostienen que el modelo de negocio, que intenta combinar la experiencia de las compras físicas con las capacidades logísticas para las ventas en línea, será el futuro del retail.
f. El crecimiento de la intensidad en el uso de las nuevas tecnologías es un componente crucial de los nuevos modelos de negocio.
g. La ciberseguridad aparece, nuevamente, como una tendencia clave tanto para el retail global como regional.
Los datos se han vuelto en una panacea para el retail y en su activo estratégico más relevante.
La reconsideración de los costos de hacer negocios
a. Las empresas del sector ya no compiten únicamente con otras organizaciones ubicadas en su mismo estadio, sino, también, de manera horizontal, con compañías que pueden encontrarse hacia atrás o hacia adelante en la cadena.
b. Los datos se han vuelto en una panacea para el retail y en su activo estratégico más relevante.
c. Resulta necesario que las empresas inviertan en tecnología y sistemas que capturen y procesen grandes cantidades de datos de todos los agentes que intervienen en la cadena de suministro (proveedores y clientes).
d. La necesidad de una normativa que regule el uso de la información y explotación de los datos personales es cada vez más necesaria.
El posicionamiento con propósito
a. La pandemia no ha hecho más que ahondar el sesgo de selección de los consumidores hacia marcas y empresas que rigen su actividad bajo un propósito o fin que las excede.
b. En América Latina, la preocupación por los temas relacionados a la sustentabilidad es bastante mayor que la media global.
c. El crecimiento en la cantidad de usuarios que eligen productos sustentables o de impacto positivo durante los últimos años está potenciando el ecosistema emprendedor y el propósito basado en políticas de sustentabilidad, también está creciendo en el mundo corporativo.
d. El retail y la industria de consumo, en general, necesita avanzar en temas que son fundamentales, especialmente en materia de precio, disponibilidad, calidad y comunicación.
El poder del consumidor:
a. La centralidad del cliente debe formar parte del propósito corporativo.
b. El propósito corporativo puede ser reductible a colocar al cliente, sus necesidades y preferencias en el centro del negocio.
c. Los nuevos modelos de negocio y las iniciativas de asociación y cooperación con otras empresas resultan determinantes en este nuevo escenario.
Fuente: KPMG.