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Comercio justo certificado genera beneficios en organizaciones y familias peruanas

A la fecha, 129 organizaciones, entre empresas, asociaciones y cooperativas se han beneficiado directamente al haber implementado la marca de certificación de Buenas Prácticas de Comercio Justo Perú.

Estas organizaciones se encuentran en las regiones de Arequipa (26), Ayacucho (13), Cusco (14), Junín (13) y Lima (46).

Adicionalmente, de manera indirecta se han beneficiado por esta implementación más de 5 600 familias en los Programas Buenas Prácticas de Comercio Justo que desarrolla Promperú desde el 2010, entre las que se incluyen grupos vulnerables de comunidades campesinas ubicadas a más de 4 500 m s. n. m.

Cabe señalar que la marca de Certificación de Buenas Prácticas de Comercio Justo Perú se encuentra registrada en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi). Toda empresa que desee acceder a ella deberá implementar los diez principios y 38 criterios que dicta el estándar nacional.

La marca certificación tiene una vigencia de dos años desde su emisión, y la verificación del cumplimiento de los indicadores lo realiza una tercera parte (organismo de certificación).

Esta información la brindó Stephanie Tovalino Párraga, especialista del Departamento de Comercio Sostenible de Promperú, durante el webinario “Comercio justo: buenas prácticas que generan oportunidades”, evento realizado por la citada entidad en el marco de los seminarios virtuales “Miércoles del exportador”.

Infopangea, textil, Perú
El comercio promueve patrones comerciales y productivos responsables y sostenibles. / Fuente: Art Atlas.

Movimiento social
Uno de los movimientos sociales mundiales más trascendentes del siglo XX ha sido el comercio justo, cuyas experiencias pioneras se iniciaron en 1940 como respuesta alternativa al fracaso del modelo de comercio convencional.

El comercio promueve patrones comerciales y productivos responsables y sostenibles, así como oportunidades de desarrollo para los pequeños agricultores, artesanos y campesinos en desventaja social y económica, respecto a los actores dominantes en el mercado.

“El comercio justo es una relación comercial basada en principios de cooperación, transparencia y respeto en el que se garantizan los derechos de las personas y el cuidado al medio ambiente”, manifestó Stephanie Tovalino.

Añadió que los productos o servicios que adquirimos en nuestras compras tienen un impacto sobre la vida de las personas y comunidades que los producen, elaboran o fabrican, y también sobre el planeta.

Problemas por abordar
Tovalino Párraga destacó que entre los problemas que aborda el comercio justo se encuentran los salarios menores al mínimo legal, condiciones laborales desfavorables, precios bajos y fluctuantes, desconocimiento de los mercados y ventas que no cubren los costos de producción.

Asimismo, afirmó que la desigualdad en las relaciones comerciales, la falta de capital, la discriminación y el incumplimiento de acuerdos de pagos son también problemáticas que el comercio justo toma en cuenta.

Para que el comercio justo genere beneficios, el consumidor debe interesarse en conocer la historia que acompaña el producto que consume. De esta manera, colaborará con la reducción de las desigualdades a través de sus compras diarias.

“En los productores, eso se evidencia en pagos dignos, mejores condiciones laborales, respeto por la igualdad de género, no explotación infantil y acceso a óptimas condiciones comerciales”, dijo la especialista.

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