En las últimas décadas, la cultura wellness (bienestar) ha logrado una mayor presencia en los hogares, el ámbito laboral y en la sociedad en general. Los influyentes, publicistas y celebridades son algunos de los principales difusores de esta cultura del siglo XXI a través de libros, medios de comunicación y redes sociales.
La cultura del bienestar no solo se enfoca en la dieta humana diaria y en realizar ejercicios. Va más allá, porque tiene un contexto emocional, mental y físico.
El bienestar “ya no es un lujo ni una opción, sino una necesidad fundamental en una sociedad que busca equilibrio en medio del ritmo frenético de la vida moderna”, afirma Eduardo Correa Lázaro, profesor de OBS Business School.
En el informe “La cultura wellness”, Correa asegura que el desafío es garantizar que este movimiento genere “un impacto real y duradero, donde el bienestar deje de ser una aspiración y se convierta en un derecho para todos”.
De tendencia a fenómeno global
Para Eduardo Correa, en la actualidad, la cultura del bienestar no es una tendencia, sino “un fenómeno global que redefine la manera en que vivimos, trabajamos y nos cuidamos”.
En ese sentido, “su impacto va más allá de la salud individual, influyendo en la economía, la tecnología y la forma en que las empresas y los gobiernos abordan el bienestar de las personas”.
“No es fortuito que sectores como el turismo wellness, la cosmética natural y las terapias alternativas experimenten un crecimiento sin precedentes”.
Sobre las razones de la vigencia y la aceptación del referido tipo de cultura en la sociedad, el especialista en dirección de comunicación, nuevas tecnologías, marketing y gestión comercial, enfatiza que la sociedad mundial cada vez “es más consciente de la importancia de prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida”.
Ambos motivos son evidentes, agrega Correa Lázaro, en la alimentación saludable, el ejercicio físico, la gestión emocional y la medicina preventiva que “han pasado a ocupar un lugar central en la vida cotidiana, impulsados por la digitalización y el acceso a la información”.
Por eso, “no es fortuito que sectores como el turismo wellness, la cosmética natural y las terapias alternativas experimenten un crecimiento sin precedentes”.
Retos y diversidad
Con respecto a los desafíos de la cultura del bienestar, el autor de la citada investigación identifica a la accesibilidad y la desigualdad (muchas soluciones de bienestar aún no están al alcance de toda la población), la proliferación de productos y servicios que prometen resultados exagerados sin suficiente respaldo científico, la falta de una regulación clara (por ejemplo, los suplementos y las terapias alternativas, lo que afecta la confianza del consumidor) y el impacto territorial del cambio climático.
De otro lado, el docente de OBS Business School advierte que actualmente “el wellness se ha convertido en una poderosa industria global”, diversificada en la actividad física, la nutrición especializada, el turismo de bienestar, la cosmética natural, la medicina preventiva y alternativa, entre otros sectores.
Fuente: OBS Business School.