De acuerdo al Instituto Peruano de Economía (IPE), la economía nacional continuó recuperándose y creció 3,6 % en el segundo trimestre del año en curso.
“La aceleración se concentró principalmente en los meses de abril y mayo, con tasas de crecimiento alrededor del 5 % en los sectores primarios”, expresó Víctor Fuentes Campos, gerente de Políticas Públicas del IPE.
Respecto al desempeño económico peruano de los últimos 12 meses, precisó que todavía es de los más bajos de la región. “El Perú ha perdido su brillo y ya no va a liderar el crecimiento de América Latina y el Caribe”, añadió.
Durante el webinario “Economía peruana: perspectivas de crecimiento 2024-2025” organizado por el IPE, el economista sostuvo que, en el segundo trimestre del presente año, gran parte del crecimiento se debió a las actividades primarias, sobre todo, al rebote de la pesca (184 %) y el agro (8 %), sumado “a la mejora de los sectores vinculados al consumo”. En ese sentido, “las condiciones climáticas e hídricas favorecieron esta situación”, acotó.
El consumo privado se aceleró
Para el IPE, la inversión privada, en el primer semestre del 2024, creció 0 % ante el retroceso en las inversiones residenciales, generados “por la debilidad de la masa salarial, las altas tasas de los intereses hipotecarios y los menores recursos presupuestales para incentivos públicos como el bono del buen pagador”, aseguró Víctor Fuentes.
En tanto, el consumo privado se aceleró por el dinamismo de los sectores servicios y comercio.
“El próximo año será prelectoral, situación que generará una cuota de incertidumbre importante”.
Por su parte, el empleo, en el primer semestre del año, experimentó un rezago con los índices 0,5 % y 1,4 %, en el empleo total y el formal, respectivamente. “Si el empleo formal está creciendo más que el empleo total, [se debe a que] vemos un lento regreso de puestos de trabajos formales consistentes, con un panorama económico más positivo que en el 2023, pero todavía de manera frágil”, explicó el ejecutivo del IPE.
Adicionalmente, el mayor dinamismo del segundo semestre y una inflación bajo control, acelerarán la recuperación de la capacidad de gasto de los hogares. Esta aún se ubica 6 % por debajo del nivel prepandemia. “Esto también debe impactar en un mayor dinamismo en el consumo privado para la segunda mitad del año”, comentó.
“Volver a crecer es clave”
Sobre las expectativas empresariales y del consumidor, según el IPE, las perspectivas de corto plazo sobre la economía acumulan tres meses de optimismo, luego de casi tres años en el tramo pesimista. El panorama de los hogares y las empresas para los siguientes 12 meses continúa consolidándose. “El próximo año será prelectoral, situación que generará una cuota de incertidumbre importante”, precisó Campos.
Ante esta realidad, el IPE mantiene su proyección de crecimiento de PBI de 3,0 %, en el 2024, y 2.8%, para el 2025.
De otro lado, con relación a los riesgos de la nueva normalidad, Fuentes Campos advirtió que “volver a crecer es clave, pero la brecha es aún enorme”, y que es necesario implementar en el país “medidas que aumenten la competitividad y la productividad”.