El Internet de las cosas y la inteligencia artificial pueden optimizar el desarrollo de las ciudades inteligentes y, de esta manera, responder a los desafíos futuros que presentan estos espacios, en lo referente al aumento de la población, la disminución de la contaminación, la mejora de la movilidad y la seguridad urbana. Esta es una de las conclusiones del informe “Smart cities” (Ciudades inteligentes), elaborado por Víctor Ruiz Ezpeleta, profesor de OBS Business School.
“Las ciudades siguen su camino hacia una modernización en todos los sentidos. Ya no es posible entender el concepto de ciudad sin la tecnología, el volumen de datos, el procesamiento de éstos y la inteligencia artificial para facilitar la habitabilidad de las ciudades, hacerlas más sostenibles, y mejorar la felicidad de los habitantes y visitantes de ellas”, afirma.
El especialista manifiesta, además, que “los índices y políticas de actuación nos dan las herramientas para poder implementar los mejores proyectos, con los objetivos de desarrollo sostenibles más adecuados para cada ciudad, con sus particularidades y sus aspectos principales”.
Indicadores fundamentales
En la citada investigación, Víctor Ruiz expresa que el IESE Business School, en su informe de ciudades inteligentes 2024, determina nueve indicadores para establecer una categoría de ciudad inteligente: capital humano, cohesión social, economía, gobernanza, medio ambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional, y tecnología.
“Las ciudades siguen su camino hacia una modernización en todos los sentidos”.
Sobre esta última categoría, el autor destaca el desarrollo del Internet de las cosas y, en particular, a la inteligencia artificial como un medio en pleno auge y “que ha irrumpido en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana y, por supuesto, en la vida de las ciudades”.
“El Internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) están transformando las ciudades, haciéndolas más inteligentes, sostenibles y capaces de adaptarse a las necesidades de los ciudadanos. Actualmente, aproximadamente el 56 % de la población mundial, es decir, 4 400 millones de personas, reside en áreas urbanas”, sostiene Ruiz.
Empresas privadas y los gobiernos
De acuerdo a Ruiz Ezpeleta, el principal propósito de las ciudades inteligentes “debe ser utilizar la información generada por los datos para lograr un impacto tangible en la sociedad y en el entorno urbano”.
“Esto requiere establecer metas claras que puedan alcanzarse a través de la implementación de tecnologías y soluciones digitales”, asegura.
Además, “para mejorar realmente la calidad de vida, es necesario que las empresas privadas y los gobiernos trabajen de manera conjunta. Un ejemplo de esta colaboración sería el intercambio rápido de datos en el borde de la red entre empresas de transporte y el gobierno, lo que optimizaría los servicios”.
De otro lado, el profesor de OBS Business School advierte que “las ciudades inteligentes nacen a nivel de planificación municipal, cuando los funcionarios y funcionarias de la ciudad se comprometen financiera y logísticamente a la construcción de una”.
Fuente: OBS Business School.