Hace unos días tuve la oportunidad de conversar con Aaron Alberti, un gran amigo y colega fotógrafo. En el diálogo, abordamos temas referentes a su estilo de trabajo, sus opiniones sobre el mercado fotográfico actual y, obviamente, sus inicios en esta apasionante carrera. A continuación, parte de esta amena charla.
¿Cómo decidiste ser fotógrafo profesional?
Recuerdo claramente cuando por casualidad llegué a ver un documental sobre Helmut Newton [fotógrafo australiano de origen alemán considerado uno de los más importantes del siglo XX], transmitido por la cadena de televisión BBC. En ese momento, supe que la fotografía era mi camino a seguir.
Tras esa experiencia, que impactó mucho en mí y quizás por pequeñas señales que te da la vida, sin tener conocimiento alguno del Instituto Peruano de Arte y Diseño (IPAD), local de estudios donde posteriormente estudié fotografía profesional, el cual solía ver al circular por la Av. Benavides cuando me dirigía a visitar a familiares que se ubicaban en dirección de Miraflores a Santiago de Surco.
En ese recorrido, quizás mi primera fotografía realizada en mi mente, usando como marco una simple ventana del bus que me transportaba y mi decisión como si fuese el foco de una cámara, me llevó a convertirme en fotógrafo profesional.
¿Qué balance puedes hacer sobre todos los años de experiencia profesional?
Con nueve años de experiencia como fotógrafo profesional dependiente e independiente, siempre quiero brindar un servicio de calidad para demostrar que en el Perú se pueden crear imágenes de muy buen nivel y que no tengan nada que envidiar a lo que vemos en revistas internacionales. En todo este tiempo, he aprendido y consolidado mi estilo al fotografiar. Este proceso lleva tiempo desarrollarlo, pero me permite identificar mi forma de hacer las cosas.
¿Conocer tus herramientas de trabajo es esencial para el flujo de tu trabajo?
Todas las marcas de cámaras fotográficas son buenas, pero me inclino por Canon, ya que es una marca que conozco de “pies a cabeza”. Canon me facilita mucho saber cómo manejar sus funciones y menú. Es una cámara con buen respaldo técnico a nivel mundial, y su velocidad y su calidad de ISO es simplemente eficiente.
Los equipos de Alberti
Las máquinas de batalla de Aaron Alberti son la Canon EOS 5D Mark IV DSLR y la Hasselblad H4D medio formato. Esta última marca la utiliza para específicas campañas, debido a que necesita una óptima calidad de imagen. Se trata de una máquina de una definición de imagen enorme, pero sus deficiencias vienen por ser una cámara lenta en procesar, a diferencia de su otro equipo de trabajo.
En cuanto a iluminación, Alberti confía mucho en la marca Elinchrom, aunque ha tenido la oportunidad de utilizar diferentes marcas que se comercializan en el mercado peruano. Todo pasa por un tema de calidad de luz, una estabilidad en cuanto al balance de blancos que le permite tener una imagen impecable.
Por el momento, no considera cambiar de equipos ni migrar a Mirrorless, lo último en tecnología de cámaras fotográficas, porque “simplemente no las considera estéticamente agradables”, siendo un bastión fundamental en sus decisiones. “Es muy posible que, tarde o temprano, me vea obligado a tener que usarlas [las cámaras Mirrorless], quizás en 10 años como máximo, ya que lo más seguro es que las cámaras DSLR dejen de existir en el mercado”, comentó.
¿Cómo está considerado el fotógrafo peruano a nivel mundial?
Mario Testino se convirtió en el embajador de la fotografía peruana y hasta hace pocos años fue el mejor fotógrafo de moda del mundo.
En el mercado peruano hay pocos buenos fotógrafos, siendo la mayoría de ellos malos y mediocres porque consideran que al adquirir una cámara se convierten en fotógrafos profesionales.
Para ser fotógrafo, hay que educarse mucho. La fotografía no es una carrera fácil y, como todo trabajo, tienes que resolver problemas, desarrollar muchas capacidades visuales y técnicas para componer imágenes que sean imponentes.
A manera de crítica, un simple workshop con un tipo que se hace llamar “fotógrafo”, quien ubica a una chica bonita semidesnuda frente a otras personas para que la fotografíen, no lo hace bueno ni fotógrafo.
Particularmente, me tomó años aprender esta carrera y todavía sigo educándome, teniendo como ejemplo, en estos días, a Annie Leibovitz, fotógrafa estadounidense que tiene una técnica pulcra, con una capacidad de solo utilizar una luz o, en su caso, emplear una producción millonaria. En ambos se pueden obtener piezas de arte.
El Perú tiene pocos fotógrafos de exportación, quienes tienen la oportunidad de realizar trabajos para revistas fuera del país, dejando muy en alto nuestra capacidad. Estos fotógrafos siguen nutriendo sus mentes con arte y una técnica impecable.
Grosso modo
“En el mercado peruano hay pocos buenos fotógrafos, siendo la mayoría de ellos malos y mediocres.”
¿Gana bien un fotógrafo en el Perú?
Depende de cada caso. El tipo de servicios que un fotógrafo brinda se rige mucho por su círculo de amistades o conocidos que tiene o vaya creando con el tiempo. Suele existir una argolla en este negocio y en general. Estudiar más para cobrar más por el servicio, no necesariamente se aplica en nuestro sector, aunque sí puede influir, en ocasiones, depende mucho del gusto del cliente o de su capacidad para invertir en un mejor producto.
La fotografía en sí no es un servicio que, en estos momentos, tiene una tarifa plana. Estamos en un mercado libre y cada quien pone el precio por sus servicios, lo cual no implica que este bien, pero es la realidad actual.
Lo concreto es que últimamente han surgido fotógrafos con muy poca educación visual y técnica. Comprarse una cámara, no convierte a nadie en fotógrafo, porque hay que estudiar y aprender basado en nuestras experiencias. Por eso, se crea un mercado donde hay personas que se venden como fotógrafos, quienes no tienen la menor idea de costos y, sobre todo, del valor de sus equipos.
Una solución a la informalidad sería crear una escuela de fotógrafos peruanos, donde se pueda solidificar la profesión, brindar especializaciones y, en especial, dar el valor que, como cualquier otra carrera, también se le debe respeto.
¿Cómo ha perjudicado la pandemia tu desarrollo profesional?
Recuerdo las primeras semanas cuando empezó la pandemia porque había una incertidumbre total. Por suerte, tuve la dicha de continuar mis labores pasadas las dos primeras semanas del confinamiento total hasta la actualidad, es decir, no he parado. Considero que tuve un buen inicio del 2021, a diferencia de años anteriores a la pandemia. No me puedo quejar.
Sin embargo, he sabido de fotógrafos que solo se dedicaban a ciertos tipos de trabajos como moda o eventos y que no lo están pasando muy bien, ya que no han podido darle la vuelta a la pandemia y encontrar lo que en este momento es bastante demandado, es decir, la fotografía de comercio electrónico o producto. Ambas especialidades están en auge y alza por la creciente aparición de emprendedores, quienes necesitan buenas imágenes para promocionar sus productos.
Considero que últimamente el país se ha adelantado muchos años en el conocimiento de venta y promoción en comercio electrónico. Hay que tener la habilidad de sobrevivir, por otro lado, no puedes fotografiar un producto usando FaceTime [aplicativo en celulares iPhone para hacer videollamadas]. La clave es adecuarse a donde el viento nos lleve, siempre considerando los protocolos de bioseguridad.
¿Cuál es tu opinión acerca de los canjes o trabajos sin compensación económica?
Considero que cada quien puede ofrecer lo que quiere y, por lo mismo, cada fotógrafo puede aceptar lo que quiere.
¡No considero correcto ninguno de los dos casos! Esta mal, pero es lo que sucede. No podemos tapar el sol con un dedo. En todo caso, el empresario debería ofrecer a un fotógrafo el triple si se trata de un canje de su producto, ya que el valor monetario que le adjudican es el que ya inflaron para su venta.
En muchas ocasiones el empresario abusa y por temas de idiosincrasia, el peruano siempre tiende a querer ganar o hacerse el vivo. Lo real es que nadie vive del aire o con artículos que no nos van a pagar las cuentas.
¿Cuál es tu proyección para el futuro?
Continuar trabajando duro y parejo. Si es posible, y dependiendo la situación económica, realizar algunos proyectos personales, que también demandan un presupuesto. Además, si se da la posibilidad de viajar a Argentina o Italia, países donde hay niveles más altos de conceptos visuales que en el Perú, sería una experiencia enriquecedora y así lucrarme de estas culturas de imágenes.
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Acerca de mi entrevistado
Aaron Alberti es un fotógrafo muy dedicado en lo que hace y se exige en buscar una iluminación perfecta. Alberti busca la perfección en su técnica, sin dejar de lado el hecho de que la imagen debe decir algo.
Puedo precisar que, conversando con él, se preocupa en tener una iluminación impecable, siendo este detalle su caballo de batalla y que caracteriza su trabajo. El destino de un documental lo ha llevado a Alberti a encontrar su pasión en nuestro país, donde lamentablemente no se le da el valor que merece la creación de imágenes, y donde la viveza está por encima de todo, aunque no quiero generalizar, siempre hay quienes saben apreciar lo que cuesta equiparse y educarse en la fotografía profesional.
A pesar de todo, Aaron Alberti ha logrado posicionarse en el Perú y hacerse de un nombre.
Alfonso Cano
6 de febrero de 2022 at 09:36Es uno de los mejores, sus trabajos lo confirman plenamente, muy profesional.