Minutos previos al rezo del Ángelus de este mediodía (Vaticano), el papa Francisco afirmó que es común pensar que “principalmente el mal proviene del exterior”, en referencia al “comportamiento de los demás, de quienes piensan mal de nosotros, de la sociedad”.
“¡Cuántas veces culpamos a los demás, a la sociedad, al mundo, de todo lo que nos pasa!”, advirtió el sumo pontífice desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano.
“Siempre es culpa de los ‘otros’: es culpa de la gente, de los que gobiernan, de la mala suerte, etcétera”, aseguró.
El santo padre prosiguió: “Parece que los problemas siempre vienen de fuera. Y el tiempo lo pasamos repartiendo culpas; pero pasar el tiempo culpando a los demás es una pérdida de tiempo. Nos enojamos, nos amargamos y mantenemos a Dios fuera de nuestro corazón”.
“Como esas personas del Evangelio [en referencia a los escribas y fariseos citados en la liturgia de hoy], que se quejan, se escandalizan, discuten y no acogen a Jesús. No se puede ser verdaderamente religioso quejándose: la queja envenena, te conduce a la ira, al resentimiento y a la tristeza, la del corazón, que cierra las puertas a Dios”, subrayó.
“Un mundo más limpio”
Ante cientos de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco expresó que es necesario solicitar al “Señor que nos libre de echar la culpa a los demás”. “Pidamos en la oración la gracia de no perder el tiempo contaminando el mundo con quejas, porque esto no es cristiano”, acotó.
En seguida, el papa puntualizó: “Jesús nos invita a mirar la vida y el mundo desde nuestro corazón. Si nos miramos dentro, encontraremos casi todo lo que detestamos fuera. Y si le pedimos sinceramente a Dios que purifique nuestro corazón, comenzaremos a hacer el mundo más limpio”.
El romano pontífice precisó que la “forma infalible de vencer el mal es empezar a vencerlo dentro de uno mismo”.
Oración y ayuno
Luego del rezo del Ángelus, el obispo de Roma manifestó su pesar por la actual situación en Afganistán. “Participo del sufrimiento de quienes lloran por las personas que perdieron la vida en los atentados suicidas que se produjeron el jueves pasado, y de quienes buscan ayuda y protección”, añadió.
“Como cristianos, esta situación nos compromete. Por eso, hago un llamamiento a todos para que se intensifique la oración y se practique el ayuno”, mencionó el pontífice antes de manifestar su cercanía espiritual con la población del estado venezolano de Mérida, “afectada en los últimos días por inundaciones y deslizamientos de tierra”.
Con información de Vatican.va.